.
24 octubre, 2006
21 octubre, 2006
o máis grande carallo de Europa

06 octubre, 2006
improperios sin distancia
Él no sabe que éste es su día ajeno, así que me aprovecharé de su despiste ahora que duerme para escupir todo aquello que no quiere reconocer. Abrirá su blog por la noche y no recordará quién pirateó sus entradas ni porqué lo hizo, se asustará al reconocerse en algunos verbos, se quedará después callado leyendo los acentos y los cristales que cree que no pisa, mentará a sancristo y luego asentirá por dentro sin reconcer por fuera su reflejo. Sé que después me odiará un rato, que pensará en memento y buscará un tatuaje en su ombligo, le ponen nervioso los egos, la mala memoria y las intromisiones no contempladas de su espacio. Así que seré breve, que este tío tiene un pronto fácil.
No te muerdas la boca, no te mientas, no zigzaguees con la memoria ni te escondas solo en rincones de calor, no destemples la mirada, no pienses en caminos como sólo salidas para escapar, no te apures si todo parece equivocado, no te calles, no te venzas, no te creas que eres ajeno a ti. Y baja la tapa del puto váter, quieres? Si al menos consiguiera esto último sería un comienzo, y te juro pordios que me olvidaré de tu clave de blogger y volveré a mi silencio de siempre, ese, que no es ajeno a ti.
05 octubre, 2006
04 octubre, 2006
por vicio

03 octubre, 2006
juegos al despiste de una memoria de pez
Hay cosas que suceden distraidas, que se llaman cosas por no querer ponerles nombre, que no se nombran para no querer pasar por nada más concreto que lo distraido. Sólo a veces, algunas se flexionan tras pasar, y deduces, y concretas, y guardas en algún lugar su nombre y sino es conocido lo bautizas.
( ..nominé sus besos y su forma de acariciar mi cara, nominé mi indeferencia sólo después de que pasó, nominé mi rabia cuando pensé calmado, nominé su resaca, nominé mimos, mentadas y noches lejos.. )
Lo que sé, es que me distraigo con facilidad, menos ahora, cuando nomino el tiempo en que me distraí.. y no sé cómo pasa, y tampoco sé porqué dejé de creer después de tanto bautizo, pero pasa, aunque no pienses más que el tiempo que se tarda en revolver este café, pero pasa, aunque el café después con sus dos azucarillos sepa dulce, y no te acuerdes de la facilidad con la que los sueños, si son, se olvidan.