24 marzo, 2007

una nana de camino al infierno

Mi doctor ha llamado irritable a una parte de mi cuerpo que me duele. Después me ha dicho que es normal que esté así, que la prisa y el estrés lo provoca, que todo se engarza como una cadena porque “donde y cómo vivimos es de lo más normal”. Diciéndome convencido que en África pasa pocas veces, “porque se mueren de hambre”, pensaba mientras ignoraba el porqué me lo decía, “y como que ya tienen bastante con lo que tienen para pensar en lo que no tienen así..”

Y ahora que sé que me irrito sin ser consultado y sin poder controlar el automatismo que lo hace por mi, no es cuestión de alterarse, aunque me jodan un poco sus maneras de patalear. Y tampoco sé si la prisa será su causa o el poco brécol que hace tiempo que no cocino, o que no le parezca justa mis maneras y simplemente me suelta una machada seca de vez en cuando para recordarme que tengo que tratarme mejor. No sé, pero debo hacer las paces, entre las cápsulas blancas y yo debemos encontrar un punto no irritable en el que pausar un poco sus pulladitas.

Mientras decido la forma de convencerme, he empezado a pintar las puertas del dónde vivimos y un par de estanterías, he ido al de Fruta Madre de la esquina a saludar a la amable frutera a la que siempre le hago alguna pregunta chorra tipo cuáles son las naranjas para zumo, cuando tengo delante un cartel de dos metros cuadrados, y ella me responde luego con unas risas por pámpano.. también he fumado contigo sin tú saberlo, me he dejado llevar ocupando espacios, esquinas y paredes, he empezado un nuevo libro, he molido un nuevo café.. Después he recuperado un tocadiscos que llevaba diez años sin sonar, y parece que al irritable le gustan los vinilos y la forma rasgada con la que suenan los ochenta, porque se ha callado y no ha dado más pataditas.. ¿quién dijo que un camino al infierno no podría ser una nana? supongo que nadie, pero aunque alguien no lo piense me da igual, no seré yo quien se ponga a irritar al como, ahora que place sin prisa, entre paredes naranjas y decibelios.