03 octubre, 2006

juegos al despiste de una memoria de pez

Hay cosas que suceden distraidas, que se llaman cosas por no querer ponerles nombre, que no se nombran para no querer pasar por nada más concreto que lo distraido. Sólo a veces, algunas se flexionan tras pasar, y deduces, y concretas, y guardas en algún lugar su nombre y sino es conocido lo bautizas.

( ..nominé sus besos y su forma de acariciar mi cara, nominé mi indeferencia sólo después de que pasó, nominé mi rabia cuando pensé calmado, nominé su resaca, nominé mimos, mentadas y noches lejos.. )

Lo que sé, es que me distraigo con facilidad, menos ahora, cuando nomino el tiempo en que me distraí.. y no sé cómo pasa, y tampoco sé porqué dejé de creer después de tanto bautizo, pero pasa, aunque no pienses más que el tiempo que se tarda en revolver este café, pero pasa, aunque el café después con sus dos azucarillos sepa dulce, y no te acuerdes de la facilidad con la que los sueños, si son, se olvidan.