30 junio, 2007

música roja para sábado gris















He's a real nowhere man
sitting in his nowhere land
making all his nowhere plans for nobody
Doesn't kave a point of view
knows not where he's going to,
isn't he a bit like you and me?
Nowhere man, please listen
you don't know what you're missing
Nowhere man
the world is at your command

Nowhere man. The Beatles

La cafetera hoy no tenía especial prisa, y tampoco ayer el hombre del tiempo especial gracia cuando dijo que la borrasca llegaba por el oeste y que el verano, al menos aquí, era algo más que intermitente. Así que he intentado deshollinar el gris de forma intencionada, y ha empezado a salir música por las esquinas de las paredes, y ha llegado un segundo café sin recordar qué hice desde el primero. No tiene especial importancia, lo sé, ni tampoco sé si es cierto lo que leí de como Lennon recibía las palabras y la música, como surgidas de un momento, impulsadas sin saber qué le llevaba a escribirlas, como un médium poseso. Y es que quizás tenga la música para el día gris, con la pausa conveniente, y quizás incluso recuerde cómo en primaria se mezclaban los colores de las témperas dando lugar a otros.. pero hoy sólo tengo palabras despistadas que limitan mi pecera, como si tuviese el quimicefa en mis manos para romper los muros de metacrilato, pero me faltaran el orden de los elementos que hiciera fisura en sus jodidos ángulos transparentes, como si a nowhere land le faltara sentido, como si este daltonismo fuera buscado, o como si echarte de menos no tuviese nada que ver con quererte cuando sé que si..