04 febrero, 2007

modos, usos y costumbres.

Siempre empiezo El País por Forges, las tartas por las esquinas, el crucigrama por las verticales, a escribir con minúscula mi nombre y con mayúscula el tuyo, a saciar la gula con alguna que otra liturgia, a creer despacio, a abrir una botella de buen vino siempre por algo y no sólo por sed, el café mojando los labios, a dormir después de ti, a repetirme cuando me entusiasmo, a palmear con flamenco sin darme cuenta, a descalzarme cuando quiero desconectar, el Jueves por Clara de noche, y el viernes inaugurando el fin de semana con una doble malta muy fría.

Y los domingos, a veces, terminan con una mala dominguera que hace que no tenga ni puta idea cómo coño empiezo los lunes.