09 noviembre, 2006

Cochinho

Sirenita me enlaza un meme voluntario que viene a preguntar cual es la marca de mi coche. Ahí os va lo que ha salido..

Era un BX blanco tzd, y como nunca comprendí su nombre le llamaba Cochinho, por afecto y porque la única cinta que nunca se tragaba el muy cabrón era una de Vinicius de Morais, además la ascendencia portuguesa como que no le quedaba muy lejos de donde había sido parido. Llegó a mi hace unos años como un legado familiar, y no tuvimos más remedio que entendernos. Él se quejaba de vez en cuando de mi dejadez, me pedía agua, gomas nuevas, jarabe de freno verde cada dos meses y, de vez en cuando, que calentase el asiento del copiloto y que no le tocase las pelotas.. no sabía nada el mecano con carácter ese, cuando esas manos eran femeninas parecía rejuvenecer.

Yo no le pedía velocidad, más que nada porque llegó un momento que ir a más de 120 le causaba un tembleque preocupante, simplemente quería transporte, del punto a al b sin comerse la cabeza: yo conduzco, tu me llevas.. y nos iba bien.
Teníamos nuestras crisis anuales con la inspección técnica, y para conseguir una puta pegatina de colores sudábamos nuestras vergüenzas, a la tercera era siempre la vencida, siempre con peros leves, pero felices de seguir juntos un año más. Conocía mis debilidades y yo las suyas, nos íbamos a la playa en horas nocturnas, nos escapábamos de todo por carreteras serpentina, los dos solos.. También hicimos nuestros viajes, petando su gran maletero de mochilas y cerveza, con amigos, novias.. Salimos de marcha en diez ciudades distintas, fuimos a buenos conciertos, a pequeños festivales.. respondía bien al ocio, a escaparse de la ciudad por unos días. Me confesó en silencio muchas veces compartiendo momentos no tan buenos, parados por la costa, con las ventanillas abiertas, fumando.. creo que así, con él, esos momentos eran mejores..
Fue un gran coche, con su aire acondicionado, sus ventanillas eléctricas, su dirección asistida.. tuvo su época de vanguardia, corta, pero la tuvo.. Su único tuning era una pegatina de GZ (galiza) en el culo, escueto, pero bien definido.
Estaba cansado supongo de las cinco cintas gastadas que siempre ponía de banda sonora.. Enemigos, Mano Negra y Kojón Prieto, Smoke City y la Martirio, Radio Futura, Amparanoia y la Fusa.. él si padecía mi cara de cantante y mis gritos.
Un día se le rompió el freno de mano en mi cumpleaños, aparcado de forma descendente en una cuesta en doble fila mientras me esperaba a que comprase un regalo en una tienda de deportes.. Se fue, calle abajo, en línea recta, cincuenta metros, parado al final por otro coche en doble fila que destrozó. Le compré una defensa nueva, no más.
Al final, como a todos, nos pasan los años, y cada año suyo contado por los añoperros de medida, hacen que catorce sea una vejez prematura para lo que se merecía..
Si no lo conocías, en sus últimos meses, ya daba un poco de miedo, era una puta psicofonía andante, como si fuera el castillo de los Monsters, tal cual. Una de sus luces miraba por la noche bastante más abajo que la otra, con lo que iba medio torto por las carreteras de dios, guiñando con un ojo parcheado sus achaques. Pero aguantó hasta que quise, y nunca me dejó tirado.. bueno, sólo una vez, pero me ayudó aquel día a pasar unas horas de risas con alguien que me gustaba.. petardo era.
Supongo que las circunstancias pasaron, y un trueque irrechazable me hizo elegir la seguridad de algo seminuevo, virgen en historias, pero con más posibilidades de llegar lejos. Sé que nadie lo volverá a conducir, por una parte lo prefiero, para que queden entre él y yo nuestras últimas historias con un descanso merecido.
Cuando sea mayor, me compraré un mini, de los antigüos, que para entonces serán del pleistoceno, pero me quedé pillado desde que se lo vi a Michael Caine en Italian Job..

Lo que es seguro es que ese BX, es mi coche, mientras ningún otro me demuestre lo contrario. Pata Negra cantaba aquello de “pasa la vida”, y un cacho de mi vida la pasé con él, y eso, no se olvida.