03 mayo, 2006

por la mañana

Las pausas nómadas que requieren de ti a veces son calladas en apariencia, se precipitan como fichas de dominó formando filas encadenadas, jugando a la pita y empujando a la que le sigue. Los saltos de una a otra son imprevisibles, curiosos y con cierta inercia provocativa o provocada, callada o rimbombante, según el día, los folgos o la música que suene.. Los pasos que siguen a las pausas nómadas que requieren de ti también tienen ese impulso, no es algo mecánico ni tan fácil como la convivencia del play/pause en la misma botonera, pero si que es estimulante volver de dónde nunca te has ido, por mil razones, por mil impulsos.. El camino gana en diferencias cada día, hoy puede ser terrizo y mañana puede ser sobre césped recién cortado. Éste es verde, y tiene algo de mi y mucho de vosotros, en forma de palabra o de silencio, en forma de gesto, de sonrisa o de verbo.. Al despertarme hacía sol, luego vino un zumo y un café con hielo, un poco de música, una de Muchachito, y acabé cantando algo así como "si tú no me hubieras tirado la nevera yo jamás te hubiera tirado el molinillo de café, we, we, weee..". Buenos días..