12 enero, 2006

y tú

Siempre llavaba un cuaderno pequeño en el bolso de hojas blancas, decía que nunca sabía cuando le iba a llegar la necesidad, que igual no lo era, pero en su momento si.. que se paraba en seco para escribirla, que sino se esfumaba en el tiempo que duraba un cigarro y lo aplastaba con la suela del zapato.. sentía instantes para siempre..
Escribía palabras sueltas, señuelos que le llavara a pensar lo que en ese mismo instante recordó, como enlaces siempre de momentos..
Nunca había visto una hoja del cuaderno, sólo las tapas verdes con una estrella plateada en las dos caras, pero sé que no había listas de la compra ni de recados, no había deberes, solo parte de su mundo, parte de ella para ella, enriquecida.. siempre me insinuó su misterio que igual no era, sus palabras que guardaba para si, su forma de enterlo todo, sus gestos y su manera zurda de escribir..
Nunca me escribió una carta, pero ayer, cuando se acababa el café y la despedida en una acera poblada, me dió un beso y una hoja arrancada, pequeña.. y cuando empecé a caminar en dirección opuesta la desdoble y la leí.. en el medio, en mayúscula y en tinta negra, sólo ponía un ..
Me di a vuelta sin esperar encontrarla ni verla, ya pequeña, a lo lejos.. y seguí caminando con una sonrisa, con la nota en la mano, con un yo también te quiero en los labios, tatuado por ella porque si, en mi mundo de hojas sueltas..