21 noviembre, 2006

segunda añada atemporal

A más de una amiga le he escuchado decir que le pone el jardinero de coleta de Bricomanía. No se si será esa delicadeza con la que trata las orquídeas o esa versatilidad con la que tanto te habla de macetas y terrones o te fabrica a lo vasco un jardín francés de kilómetro cuadrado. No lo sé. Igual es que está bueno y punto. Y tampoco sé porqué cuento esto si me importa un carajo, pero ahora que se habla de la metrosexualidad y del sinfín de complementos y potingues que puedes usar para serlo, uno se pregunta si saber de horticultura puede influir en uno mismo como una crema exfoliante. Y hasta ahí puedo leer, mi centímetrosexualidad es limitadísima, y no me permite ir más allá que hacer preguntas poco rigurosas sobre lo que no sé. A lo que iba. El jardinero amateur, que más se acerca a la Cáñamo que a un master en Interflora, os presenta foto borrosa y parcial de la segunda añada de semillas holandesas de mi terracilla. Es increíble cómo en un ambiente tan hostil puede engendrarse algo. No son mías, o al menos eso es lo que le digo a mi santa madre cuando viene de visita. Lo cierto es que tengo más plantas, pero el pelo no me crece ni de coña, además, ya es tiempo de poda.