20 noviembre, 2005

equis

Los cruces, que no encrucijadas, a veces aparecen porque si, por la propia inercia del camino. Algunos sugieren cambios con roces tangentes y otros suenan contundentes, como aspas de molino.. algunos los motivas y otros llegan motivados.. pero el sentir no conoce la dirección correcta, siempre hay que apostar.. y primero por uno mismo.

Hoy llego a un cruce permeable, y estaré como farola, pendiente de todo, preparado para asumir el cambio de sendero con mis tenis rojos..