04 noviembre, 2005

sed de mal

Ya sé que Orson Welles lo rotuló primero, pero yo no lo sabía cuando no encontraba mejor manera para explicar que a menudo me asalta una sed de mal..
Sólo puedo aportar reminiscencias de pensamientos sutiles y autónomos, que por tenues en apariencia y perspicaces en el muerdo, me recuerdan, padre, que peco de pensamiento (muchas veces..), palabra (otras), obra (las menos) y omisión (la mayoría padre, la mayoría..)
Detrás de una cándida sonrisa muchas veces me sale un improperio sordo que se caga en algo bendito, detrás de una mirada pilla y serena otras veces me pasan fotogramas a cámara lenta, como de aquel cinexín con historias de Pluto que tenía de pequeño que ibas moviendo a tu gusto y pausa, con pequeñas venganzas y latigazos merecidos a todo aquello que clama un pero-vamos-a-ver..
Y no es cuestión de pitufos gruñones ni de mala sangre porque si, padre, es simple necesidad.. todos mentamos madres inocentes que tienen hijos capullos, todos calculamos las consecuencias de cada una de las cuatro respuestas posibles a la sandez tocapelotas y al dedito continuado de molesto?.. y es que yo a veces bufo, y el bufido suele ser la tormenta de ideas en la que se dilata el camino seguir, y no suele ser un buen comienzo empezar soplando.. que ser un Kofi Annan de la vida te resuelve problemas a veces, ¿pero cómo expulsas de ahí toda la mierda contenida? ¿en el gimnasio? ¿de forma retroactiva cargando después contra inocentes?.. eskenó.. yo bufo, tu bufas, el bufa.. de forma sorda, explícita, contundente o recatada.. y uno no va por ahí buscando protagonistas para la "venganza de Pluto", sino que, simplemente, esa sed de muerdo, padre, es lo que tiene..