25 octubre, 2005

espacios contigo

el sol daba en la frente pintando de naranja teces y miradas.. el camino de vuelta se rizaba con curvas hacia el oeste, con velocidad constante de inercia y de viaje, aunque ya fuera de vuelta.. las pausas, así , salen pocas veces.. de resumen de emociones unas, de silencios comprensivos otras, de miradas y ligeros tactos..
le tocaba la mano o la pierna mientras conducía hacia la nubes naranjas, y la miraba poco, pero sin hacerlo podría pintar qué dicen sus ojos.. porque lo sé, siempre lo sé, tengo la suerte de sentir sus reflejos, transparentes, su pulso, o su mirada de ser..
todavía no sé trenzar palabras que hablen de ella y que me ayuden a explicar el universo abrazable que es.. ella.. que es parte del silencio de tres en un coche, mientras mece Glory box, del Dummy, de Portishead, y de ella también. Que se sujeta la mejilla con su palma junta, que la aguanta ahí como quien refresca un colerete, pero solo una, y lleva un sol de piedra en el dedo, y un colgante, y algo rojo.. y mira al sol, y sé que mira a todos, y las oes de su jo, prolongadas, se vuelven pequeñas, luego diminutas, luego sordas.. y no me giro, pero la veo, y brilla, se contiene, merece, comparte y cómo siente.. y es preciosa.. y está a mi lado.. y la quiero abrazar.. y ella.. no me mira.. pero lo sabe.